Contigo y a tu lado

Me voy feliz ahora después de haberte amado
con toda la energía que Dios me concedió.
Es cierto, no lo niego: mi corazón sufrió
y fue el quererte tanto su más grave pecado.
Llegó a su ocaso ahora y aún enamorado
se siente como el día en que te conoció.
Cantole al mar, al cielo y al viento le cantó
y de tus brazos hizo su escudo y su candado.
Mas hoy está cansado mi corazón y parte
a donde Dios lo quiera llevar. Ya no me importa.
Él ya gozo su cielo contigo y a tu lado.
Y si a nacer volviera, vendría para amarte
pues a tu lado, niña, la vida fue tan corta
que el cielo y el infierno me tienen sin cuidado.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC