La magia atrapó el momento,
tu sonrisa, tu mirada y mis miedos,
desnudos, nuestros cuerpos se unieron,
en un crisol de amor se fundieron,
llenando de esperanzas mis sueños,
feliz de sentirte en mi pecho. Te tuve en mis brazos esa tarde,
deseando que el tiempo se detenga,
pero como si fuese de carrera,
el reloj marcó las nueve y media,
y ahora ruego encontrarte,
siempre el destino nos aleja. Esperarte es tan doloroso,
que a veces me quiebro,
y lloro sin consuelo,
deseando olvidarte,
pero sé que dejarte,
sería igual a matarme. Porque es hermoso tenerte,
y tomarte en mis brazos,
porque todo a tu lado,
se me vuelve perfecto,
y es porque te amo,
que en mis brazos te quiero.