Consiga un espejo oval
Trate de que el marco haga juego con su peor corbata
(Si aún la conserva)
Sientese como si ya no le pesará el angulo que pesa sobre sus espaldas.
Adopte una postura digna de quien se mira con soberbia
Y mírese con cara de pocos pero buenos amigos.
Escupa lo que tenga en la boca
Y beba el trago de vino que le reclama la sed.
Observe con pánico la habitación donde se encuentra.
(Nunca se sabe que sombra o recuerdo se hace fantasma)
Borre la sonrisa de sus labios,
Nadie lo estará viendo, mas que sus ojos de mirar tristezas.
Puede si, estar descalzo.
Regale un bostezo y examine cuantas caries le corroen el alma.
Recuerde con precisión a aquella mujer.
La primera, la ultima, la única
Recuérdela como si fuera un mar
Y usted solamente la balsa perdida.
Claro, la recuerda pero ese recuerdo no es suficiente,
Siempre hay algo que le pide más.
Llámese ansiedad, locura, necesidad, amor o hastío.
Ya esta, ya consiguió el recuerdo pero no la mujer,
Verá que para este procedimiento eso no importa.
Tiene el recuerdo brotando como sangre por los olvidos.
El recuerdo que no es el espejo, sino acaso un fantasma o una sombra.
Ese recuerdo jodido. Ese espejo jodido.
Ahora séquese con la manga de la camisa.
Ya ha llorado demasiado.
No sea pavote.