Negro Miguel con la Poesía Bicentenaria
Me estremezco
siento el tostado por el sol
corre llanto,
corre agonía,
se tiñe de pesar mi corazón
Llueve tuétanos afrodescendientes
silba un alarido
es maltrato,
es vejación inhumana.
Suena el resople del cuero
cuero tambor y cumaco
tiembla la tierra,
se sacude la espera.
Se oye el cantar quejumbroso
de la hermana africana,
del hermano mestizo
del hermano indio,
quiebran sus huesos, pulverizan sus sueños,
atan silencio de celo en el cuero,
expandido por amplios senderos,
encumbran el látigo de la faena,
cumbes y comunas silentes se rebelan
el amo,
el capataz,
suena en pellejo de indios y negros
zuac… en la espalda
lomo negro vestido de surcos nuevos,
lomo negro teñido de fluyente rojo,
lomo negro teñido de impotencia negra,
lomo del Negro Miguel que en Nirgua se rebela.
Llueve tuétanos Afrodescendientes
son vientos de guerra,
fue Nirgua coronando su guerra,
pastizales, montañas
en enhorabuena
fueron cánticos de iras represados en las venas.
Llueve indignación de cruenta faena…
Con tu ausencia pasaron los siglos y hoy
seguimos en Nirgua retomando la guerra:
¡Negro Miguel libres
acompáñanos en esta faena:
lápiz, cuadernos y poemas en la Poesía Bicentenaria!