Miles de veces mi cuerpo recorriste y amaste,
tantas veces mi piel besaste y acariciaste,
cuando mi cuerpo en tus manos tuviste,
lo recorriste una y otra vez con todo tu amor,
acariciaste las facciones de mi cara con tus labios,
tantas horas mi cuerpo desnudo poseíste,
que hasta estudiaste todos los pliegues de mi cuerpo.
No recuerdas amor cuantas noches en la cama,
tu cara reclinaste sobre mis pechos y los besaste,
descansaste tu cansancio sobre ellos y
los acariciaste que hasta tu cuerpo se excitaba y
hasta las horas se pasaban sin sentir,
¡Besándonos! ¡Amándonos!.
Sentimos que ha llegado el momento de entregarnos,
por completo el uno al otro y poseernos con pasión,
llega el momento en que serás mío y yo seré tuya,
me poseerás y yo a ti e uniremos nuestros cuerpos,
en el amor mas delicioso, fundiéndose los dos en uno,
nuestros corazones se aman al mismo compás,
se aceleran nuestras pasiones desenfrenadas en el amor.
No digas amor que no escuchas un bello canto melodioso,
son los latidos de mi corazón, que se desboca y se acelera,
cuando te veo que pareces descender del cielo,
pero no desciendes de los cielos amor mío,
desciendes de los edenes mas anhelados y placenteros,
que brotan de los anhelos más profundos de mi corazón,
que me gritan que, te ame con locura y amor ardiente,
que por siempre te he amado y es tuyo mi corazón.