A TODO…
A todo debe acostumbrarse…
el ser humano
cuando el amor lo suelta
de su mano, y todo lo que se haga
por retenerlo, es y será en vano.
Solo se trata de enderezar
ese interminable y sinuoso camino,
pero es grande el deseo de hallar mejor destino.
Pero todo es tan difícil
que no es más que un simple desatino.
A todo se acostumbra… el alma humana, hasta sueña que la dicha está cercana,
y espera con ansias la luz de un mañana,
que ilumine sus rincones solitarios y oscuros,
donde exista claridad y se respire aire más puro.
A todo se acostumbra
el corazón
cuando está huérfano de amor y sin razón,
él necesita ternura y compasión,
y esa delicia que encierra una caricia…
que llega suave y precisa.
Ya no quiero más promesas,
solo las cartas limpias sobre la mesa…
no más leyendas… ni más novelas…
esas que hablan siempre de vidas paralelas, por que dejan dolorosas e incurables secuelas.
Son como esos temerosos acantilados,
que te arrastran a lo malo del pasado,
de un pasado sin gloria y sin memoria
y eso no lo quiero ya en mi historia.
A todo se acostumbra la mirada
menos a estar ciega…
es que con la vida no se juega,
y al amor nada se le niega.
Pobre y desgraciado es el que nunca fue amado
por que no ha vivido…
por que no ha nacido…
MARÍA OFELIA REIMUNDO
Me han gustado mucho sus dos poemas: Dime ¿estás vivo? y A todo... Celebro que publiquen los autores cuyos nombres veo en las listas y no conocía. Un saludo