CARTONERO

Cuando las sombras del día, empiezan a dar paso a las luces de la noche, cuando todos se marchan a su descanso diario, vos salís a recorrer esas calles que dan da comer a tu familia.
Sos el octavo de diez hijos, cada uno de ellos emprendieron un trabajo digno, no digo que ser CARTONERO , es un trabajo no digno, sino que ellos viven cómodamente, mientras vos deambulas por las calles oscuras, en busca de ese pedazo de papel, cartón o botellas, que mañana serán el plato de tus hijos.
Llevas en un rincón del corazón, la mirada de tus hijos, de tu esposa, cada vez que tienes que partir, ellos cada noche esperan tu regreso a casa, aunque a veces llegas muy tarde, pero vos sos el destino de ellos.
Manos toscas, llenas de callos, tu cara avejentada, tu sonrisa casi perdida, por la tristeza que te invade, tus pasos se hacen cada vez mas lentos, como si ya estuvieras cansado del diario caminar, tus ropas raídas, un perfil lleno de preguntas, llenos de dolor.
Cartonero, de mi barrio, que día tras día te veo deambular por las calles de esta gran ciudad, no dudes en salir a la calle, porque si dejo de verte pasar, una parte de mi ciudad dejara de existir.
Porque en mis calles, sos vida y en ellas también se escribe tu gran historia, en un papel, con lagrimas de pena, con días sin fin, con noches de nostalgias.