Quiero poner otra estrella en tu cielo
para que te escriba sobre el mar lo que deseas
a la luz difuminada de la luna.
Una melodía que suene dentro de tu mente
al instante de sentirla, de pensarla.
Una rivera larga de sauces salpicada
bajo una tenue niebla impresionista.
Quiero poner tu sonrisa en mi taller de palabras
por si alcanzan la luz que les falta
cuando te escribo.
Una ausencia de sombras,
tristes alas del silencio,
sobre el pulso firme de tus horas.
Quiero dejar un punto de locura,
flotando en ese manantial que brota
de tu mente inquieta.
Una certeza, un verso, una premura
para alcanzarte a tiempo, compañera,
y mirar la noche negra cuando tiene
el espejo redondo de la luna entre sus manos.
Y quiero enviarte un poema de esperanza
que tenga el perfume que respiras y compartes,
y quede, dulcemente, tras la senda siempre viva
de tus pasos...