A una rosa negra...

Saludos desde mi humilde morada, poeta efímero, amante oscuro: De la obscuridad de una noche de invierno, nebulosa y gélida... brotó esta Rosa. Y, si bien es cierto, rebeldía y sombras la acompañaron siempre... La Rosa se dedicaba a existir, en este mundo de inseguridad y miedo, en este mundo de lúgubre y angosto, odiando todo... repugnando todo... La Rosa crecía... y ardía... ardía por dentro, en el infierno de su extinto corazón, de su difunta mirada y de sus palabras perdidas... La señalaban y pensaban..."otra vida perdida..." ¿Perdida? ¿Perdida y vivo a mi manera? ¿Perdida y soy libre, y mi alma vuela? ¿Perdida y yo me impongo mis dogmas a mi manera? ¿Perdida por ser YO y no andar tras una careta escondida? Esta Rosa Negra siente... y vive, y vuela... y tanto rechazo, tanto odio la quema... y la Rosa se refugia en sus sombras, en su oscuridad, en su siempre fiel y dulce soledad... Cariño, ¿por dónde corre mi sangre? si toco mi cuerpo y lo noto tan... frío... Pero sé que en mis entrañas siempre hay una pequeña llama que me mantendrá con vida, unos suaves y escondidos latidos que me haran vivir... y vosotros, poetas, amigos... que sois mi aire para respirar... Mil besos, mil caricias, mil abrazados desde mi oscuridad...