Francisca Antonia Carvajal Villamizar, dilecta miga, confidente y amorosa tía.
Fuiste en mi niñez, cual puerto en alta mar, donde triste fondeaba, y feliz salía.
A tu lado fui débil y me hiciste fuerte,
Recibí de ti, valores que siguen brillando;
hoy, ante tu lecho quiero brindarte:
mis agradecimientos por haberme amado.
El tiempo ha pasado, no somos los mismos,
pero recuerdo, los cuidados que recibí de ti;
y aunque hemos pasado por mil cambios,
nunca ha cambiado mi amor por ti.
Ahora junto a tu lecho de enferma, me pregunto:
¿Qué fue de aquellos bellos tiempos?
en que fuiste mi guía y alegraste mi mundo,
dándome ánimos y consolando mis lamentos.
Hoy, en nuestro cielo hay nubes oscuras;
pero tu sigues brillando como el sol.
hemos pasado las verdes y las maduras,
pero tu sigues siendo: cual mágico arrebol.
Francisca Antonia, querida tía,
tu nombre de reina y musa vespertina;
brilla en mi alma noche y día,
y me brinda la paz cuando alguien me lastima
Con sentimientos de amor, aprecio, y profundo agradecimiento a mi tía: Francisca Antonia Carvajal Villamizar.
Jucar 23-8./11