Me sumergen los recuerdos,
me seducen, me alborotan,
me recorren por la piel; por alguna causa ignota.
Me estremecen los recuerdos; fantasmas maravillosos,
duendes que abrazan mi ayer,
¡que me dan risa y sollozos!
Me sacuden los recuerdos
con tenaz alevosía,
¡y me invitan, y transportan, para aquella Patria mía!
Mis recuerdos elocuentes,
precavidos, convincentes,
mis recuerdos misteriosos,
¡arrogantes y atrevidos!
Estos recuerdos me arrastran, sin mi venia ni permiso, a volar sobre la esfera del tiempo que se ha perdido.
¡Ay mis recuerdos perfectos!
bien sé porqué no se han ido,
porqué corren tras mis huellas,
porqué afloran al olvido!
Tiempos pasados son todo
lo divino que he vivido...
¡No se aparten nunca, nunca!
¡Bellos recuerdos queridos!
Ivette Hernández Más
Mayo 2020