Como agua de rio,
tus ojos son,
cristalino delirio
de mi corazón.
Profundo abismo,
es mi razón,
donde no cae optimismo
ni una maldita solución.
Para este amor
ciego, sordo y mudo
provocador de dolor
y defensivo como escudo.
Que aunque grita desesperado,
su voz suena a indiferencia.
En el odio atrapado
mi amor se vuelve demencia.
Demencia que aún te quiere,
que se muere por ti,
más que a la vez te hiere,
aún sin nada decir.
Por esto, esta persona que te ama,
tiene que morir,
no morira mi cuerpo, solo mi alma,
más ya no dire, ni podre decir...
Lo hermoso de tus ojos,
lo bello de tu sonrisa,
con esos labios rojos
que rapidamente me hipnotizan.
Más valdra la pena,
si es que acaso eres feliz,
te mereces una vida plena...
y yo no por infeliz.