Ese corazón de lata que se oxida esa gloria inútil que tu me das estos versos salitre que hoy te escriba en las páginas amarillas de tanta maldad, esta gris mañana del hemisferio este acento oculto de soledad estos pañuelos de gaza y de misterio que llevan prudencia en su realidad, esos ojos que ya no brillan esas pupilas que ya no existen más, estos manantiales sin esterillas que chocan difusos y saben a mar, ese vano intento de recupero esa voz triste que suele llegar estos menesteres que son sinceros cuando callas desnuda con propiedad, esta imagen de vírgenes despiertas este bailarín con hilos de maldad estos engaños de tanta reyerta que lloran lo breve de una impunidad, esos delitos con falsas coartadas esas calientes tardes de vanidad estos dolores del alma enquistada que hieren la luna de tanta oscuridad, esa balanza que pesa lo vacío ese inocente amor tan vulgar esta mezcla de pasión y de olvidos que necesita tus manos para poder llorar, esa carne que vibró atardeceres ese puñal que clavó la realidad esos arcángeles, esos deberes que la sociedad promulga y has de acatar, este hombre sumergido en sentidas homilías íntegras de tanta humanidad, ese verbo que tiene la energía esa ambivalencia de tanta pluralidad, estas márgenes que achican territorios este último pasajero de tu inmensidad esta muerte que no reclama purgatorios este juicio sin crimen ni falsedad, estos últimos pedazos de romanticismo estas venas que se secan de sinceridad este último abordaje de cinismo esta manera de extrañarte de verdad!