la primera vez que vieron tus ojos la vida, fue en un pequeño pueblo pesquero de Andalucia,¡que pena mas grande la mia cuando fue tu despedida!.
Barbate se llamaba, tu no ibas a ser marinero, ibas a dar mucho que hablar, a la luna de Cádiz ibas a enamorar, tu profesión seria torero.
Ojos verdes que encandilaban,sonrisa de marino de agua dulce y salada,tu arena fue de plaza y no de ensenada, y las niñas por ti suspiraban.
¡Maestro, te decian, a ti,Francisco Rivera, te pusiste el mundo por montera, la virgen y tu cristo del gran poder te bendecian.
Amigo gaditano.¡que arte poniendo las banderillas!. De aplausos llenabas las plazas que pisabas, que belleza, como toreabas al compas de soleares y seguidillas. Que años llenos de triunfos y honores, tu nombre en los mejores carteles, jardines de rosas y claveles adornaban tus temporadas mejores. Fué una maldita tarde, tentaste a la suerte con aquel toro avispado, animal malvado que quiso darte la muerte, y Paquirri se apagó como un pajarillo, sus ojos como dos luceros apagados se cerraron cansados, ya no tenian brillo. Dejó a su princesa Isabel y a la plaza del cielo se fue a torear, seguro que allí también fue a triunfar,mientras España entera lloró por él.
Paquirri, nadie te puede olvidar, hoy quise rendirte un pequeño homenaje, a un hombre que luchó en la vida con valor y coraje, uno de los mas grandes toreros que España pudo dar.