Bendición y regalo que Dios me ha dado.
Humilde sierva que trató de ir siempre
por el buen camino buscando su luz y
cumpliendo sus designios divinos, que
a veces, no es tan fácil de acatar, pero
en mi vida nunca dejé de extender
mi mano brindando ayuda, o puse mi
hombro y mi oído para escuchar
el dolor ajeno.
También luché por todos los que eran
avasallados por injusticias, y mi pan
compartí con gusto en mi mesa.
Estoy tranquila con mi conciencia,
y mi alivio es saber que El, todo
lo ve y todo lo sabe de mi, el único
que podrá juzgarme.
La cruz que he cargado, nunca fue más
pesada de lo que yo pudiera resistir.
Y fui gratificada enormemente, al tener
mucho amor, salud y fuerza espiritual.
Tuve la dicha de tener tres tesoros, lo
que me da vida cada día y me hace tan
feliz cada vez que abro mis ojos, motivo
para agradecer siempre, hasta el día que
deje de respirar.
Mis tres amores, lo más grande que el
Altísimo, me pudo obsequiar.
Estoy tan orgullosa de mis tres hijos,
dos hombrecitos y una bella mujercita.
Ellos son mi mayor obra y mi mayor
fortuna aqui en la tierra.
Por donde pasan van dejando buenos
ejemplos, sembrando amistad por doquier.
Saben respetar a su prójimo, ayudar y
extender sus manos para brindar apoyo
a sus semejantes; han aprendido bien
mis enseñanzas, por eso, ellos también
fueron premiados, y los tres, con sus
respectivas personalidades, han sabido
dejar su precedente con su manera de
actuar ante la vida.
Sembraron bien sus semillas y la cosecha
fue buena, sus retoños siguen su legado.
Que más puedo pedirle a Dios, si todo me lo
ha dado.
Mis amores, mis tres amores, lo más grande
que me pudo dar y que me mantiene llena
de felicidad, con esperanza en mi alma, que
no ha dejado de soñar y mi corazón, que aún
sigue latiendo por amor.
Lina
Lagodecristalesazules
31/01/2019
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