Observo con tu visión,
y siento con tu piel,
parezco en una prisión,
desde que obtuve tu miel.
Tus labios me atan,
y tus besos me encierran,
tus ojos me matan,
y en mi alma se entierran.
Quiero vivir en tu mente,
y ser tuyo por entero,
y que lo sepa la gente,
que sin tí yo me muero.
Eres de mi nariz el viento,
que me mantiene con vida,
eres la mujer por la que siento,
que mi alma carece de heridas.
Eres la medicina de mi dolor,
y el alimento de mi deseo,
eres por la que siento amor,
y la que guarda mi alma como trofeo.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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