Ha pasado tiempo ya.
Es difícil recordar y darme cuenta de que no se cuando ni como te conocí.
Era tan común verte pasar, saludarte o simplemente despedirte.
No sé cuando comencé a quererte, solo sé que ahora no puedo dejar de pensar en ti, espero que llegues, deseo besarte y abrazarte y no quiero despedirte nunca.
Si todo pasa por alguna razón, eres la mejor razón en mi vida. La razón que me ha enseñado a vivir, a llorar, a reír, a rabiar, pero sobre todo a amar.
Y si alguien me pregunta si puedo odiarte, le diría que quizá con toda el alma si fuese posible dejar de amarte, porque mi mayor tortura y bendición es sentir que.