Adiccion a escucharte

Estoy oyendo tus risas,
por un beso que me has mandado,
en su emboltorio, una nota que decía:
No agitar, puede estallar.
Simple utopía el sonido de tu sonrisa,
más prefiero pensar que no hay maldad
en esa dulce sinfonía,
que en mis oidos dejas vacía.
Te quiero explicar
lo que se siente cuando
el silencio te invade:
Es la sensación de esperar
lo que está sucediendo
pero ni se ve, y menos se oye.
Mucho más extenso puede ser
el tema que nos ocupa,
pero eso sí, no pretendo
ser enemigo del tiempo, que
escurridizo, pasa sin ser visto.
Y ahora que lo pienso,
perdona!, me olvidé de decir
que hace mucho, en otra era,
mi timidez me perseguía
y en estos momentos
rompo las barreras
para brindarte mis poemas
y espero que en cada uno de ellos
puedas encontrar: cariño, abrazos, besos
y posiblemente...penas, muchas penas,
que iré restaurando
si tu de vez en cuando
vas leyendo
y en tus comentarios
los disfrazas de quimeras.
Perdona que lo haya hecho así,
pero las ansias de gritar,
de que se me oyera hasta el final,
han invadido mi frenesí,
y como otra cosa no puedo orar,
te regalo un ceñido abrazo que
de lazo...te pongo un suave beso,
...sepas que todo eso, sin excusa
y sin ánimo de usurpar,
es solo para ti, dulce criatura.
Enrikt