Me siento satisfecha de esta gran victoria,
de saberte feliz, disfrutando el momento
que supiste ganar con esfuerzo, con tiento,
para llegar tan alto alcanzando la gloria.
Aunque estemos distantes estás en mi memoria
porque llevas mi sangre, porque te di mi aliento,
te abracé con delirio brindándote sustento,
apoyando tus sueños en cada trayectoria.
Me quedé desterrada, perdida, sin historia,
alejada de todos los que dieron tormento
a mi vida, que ahora solo vive del viento.
Te doy mi bendición con lágrimas y euforia,
rogando seas feliz, que nunca estés sediento
del amor que olvidaste sin un remordimiento.