Hay veces que me siento tan triste,
que aunque me encuentre lleno de amor,
en un sueño mi sueño desvaneciste,
al despertar a mi dolorosa realidad.
Otras tantas me cobijas en tu pecho,
me proteges de los fantasmas del pasado,
destruyéndome mi lecho,
que tranquilo ya había reposado.
Pero otras más que no me entiendes,
que te necesito como el aire que respiro,
y mis sentimientos empequeñeces,
porque me ves como un estúpido.
Porque te ama tan ciegamente,
porque te perdona sencillamente,
porque te odia ocasionalmente,
porque no perdona para siempre.