Mi pensamiento es igual
que el hilo del teléfono.
Es mucho más veloz,
a veces retransmite poco.
Sabe cruzar las fronteras
sin carnét ni pasaporte.
No le hacen falta maletas,
para ir y volver a otros planetas.
Es invisible.
No se sabe su capacidad.
Lo único que sé
es que igual que viene,
se va.
Se va por algunos fondos,
aquí quiere penetrar,
tropieza con piedra maciza,
con su impulso agujereará.
Ignora lo que está haciendo.
¡Pero es tan cabezón!
que hasta que no vea el fondo
no cambiará su posición.
De mi mente a esos fondos va.
Millón de veces al día.
Este encima de ésto está,
hace guardia todo el día.
Pasan las horas,
miles de viajes todo el día.
A veces tienen que chocar
si se desvían.
Hay algunos que hacen guardias,
por las colinas.
Chocan de frente, no se hacen daño,
no se identifican
el bueno ni el malvado.
Se maldicen todo el año.
El pensamiento y la imaginación,
son dos mundos distintos;
el pensamiento es dolor,
la imaginación, conflictos.