Algunos dicen, algunos cuentan.
" Que en un pueblo lejano, cerca de la costa,
habitaba una dama, hermosa como una fresca rosa,
hija de la luna, tan pálida como la luz sedosa,
amante del menor del sol, enamorada y orgullosa.
Al cabo del tiempo,sintió en su vientre mariposas
era su retoño, la cosa más bonita y temblorosa,
que jamás imaginó, siendo su boca una sonrisa,
y sus ojos, la luz más fugaz y encantadora.
En una tarde gris, su Dios, acudió a deshora,
con un nudo en la garganta, le dijo con congoja,
"tu hijo debe no nacer, desaparecer sin demora,
pues dos soles causarían la muerte y la deshonra.
Con lágrimas en los ojos, cedió al mar su obra,
su vida,su amor,su eternidad ,acabando en sombra,
muriendo con su fín, escapando de su aurora,
pués ya nada viviría, en su alma débil y rota.
Nadie la encontró, nadie la vió, se escapaba,
su amante enloqueció, y su madre se apagaba,
el sol se escondió, siendo náufrago de mañanas,
y la noche la lloró,con miles de luces doradas
Algunos dicen verla, cada mañana sentada,
sobre las aguas del mar, dejando sus lágrimas,
y sobre su regazo una luz, sonriente y pausada
acunándola con sus brazos, cantándole una nana"
.sin saber nunca nadie, que en su vientre, crecía la verdadera magía, fruto de una amor que se eternizaría aún después de una vida que murió con la nostalgia.