Me desgarro intimamente en las sombras de tu pasado,
camino hacia el purgatorio extenso de una alborada
donde el fuego me sumerge, ya me ha consagrado!
urdió sus planes en medio de cada una de las miradas,
sintió el efecto de mi cuerpo ensangretado
vació las venas y en ellas, encontró tu pureza
se sació del vidrio opaco de un versado
escrito poco álgido de nimias y durezas,
me ausento, simplemente, porque la vida es consecuencia
y sus efectos demoran los ecos de mi partida,
valiente aquel! que se dispara a su inconciencia
y cae al desnudo crepitar de una despedida,
me desgarro, comprendo lo que es la inventiva
de aquellos que no suelen hablar del amor eterno,
malditos versos! malditas pasiones mías!
maldito este Dios que me reprimió en sus silencios!