Y si algún día decides regresar
sabrás donde encontrarme,
estaré sentado en el banco del jardín
donde grabé tu nombre,
allí podrás hallarme
con el libro que escribo
para tí,
tu libro de poemas y silencios,
espacios
que no pude escribir
por negarse mi pluma
a reflejar tu ausencia,
hojas en blanco que esperan
empaparse en tu esencia
para expresar las huellas del amor,
tu amor,
mi amor,
nuestro amor,
ese amor con el que escribo
ahora mismo este poema
sentado en el banco del jardín
alumbrado por la luz de las estrellas.