Por fin tu momento libre me toca,
sin tocarte te desnuda mi mente,
ahora yo te desnudo lentamente
asombrado estoy, hasta abro la boca.
Feliz tus ojos titilan como estrellas
cada seno poco a poco se libera,
atraigo contra mí tu redonda cadera
libre tus pechos son las rosas bellas,
Mis manos buscan los pétalos ocultos,
mi miembro viril ya muy bien erecto
va por el placer indecible, directo.
Mostramos destreza de dos adultos,
meneando y coordinando manera,
hasta llegar a la cumbre verdadera.
Autor: Alcibíades Noceda Medina