Con ese abrazo que le di,
Yo abraso su alma,
Por que aprendí sin querer,
Que aprehender al otro calma,
Donde aprendí esto,
Un día con un bracero,
Charlando frente al brasero,
Me contó un caso,
Que estaba escrito dentro de un cazo,
Se encontraba un Maya,
Tejiendo una bella malla,
Por que en su casa se aburría,
Y quería ir de caza,
De pronto vio un corvato,
Dentro del corbato de un árbol,
Y dijo lo voy a encovar,
Sin saber que este estaba encobando,
Cuando de esto fue consciente,
Él consiente su libertad,
Tras esto tomo un atajo,
Con un hatajo de leña,
Para con esto hervir el agua,
Y hacer te de hierba buena.
Ahora si quieren pueden votar,
O botar si no les gusta,
Y verán que por hoy ceso,
Por que mi seso se cansó.