Felices son aquellos que han encontrado la felicidad
sin sacrificio absurdo, despierta a la hada dormida,
que se halla en cada uno y en cada ser, desde el inicio de la vida,
siempre estuvo allí, en espera de ser animada de la soledad.
Es apócrifa e inconsecuente la dicha, si siempre busca en persona,
esta anegado al mismo cuerpo, como savia irrigando todo el tiempo,
en espera de ser descubierta cual vertiente oculta en los cuerpos,
pues la tiene y les pertenece totalmente, sin lugar a duda alguna.
Compartir parte incisa es debilidad o habilidad de cada una,
los externos solo son mascaras que cubre funda y sumido,
y es belleza simulada del verdadero valor del contenido.
Duerme placida y consecuentemente como infante en la cuna,
cada dedicación es la felicidad oculta en nosotros mismo,
solo el retroceso a tiempo, nos converge a ese anhelante istmo.
Autor Alcibiades Noceda Medina