No canta el viento ni las aves trinan,
ni toca Pan su melodiosa flauta,
ni canto yo como el valiente nauta,
cuando las olas a su barca minan.
Cantan tus versos que al amar germinan,
porque le sigues al amor la pauta,
con pluma diestra, pudorosa y cauta,
donde las almas a placer se inclinan.
Sigue escribiendo, buen amigo mío.
Llena de luz la oscuridad que a veces
tiende a opacar el corazón de algunas.
Sigue escribiendo más y más, con brío,
pues tus poemas, bien que lo mereces,
trascenderán las cuatrocientas lunas.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC