En un hermoso instante abrí mis ojos,
y pude recibir por primera vez la luz,
que marcó el principio de la vida en que me alojo,
y culmina en el lugar donde te encuentras tú.
Al principio fui la semilla de la vida,
que inspiraba un profundo amor maravilloso,
ahora soy el fruto que recibe del tiempo la herida,
soy el fruto joven pero de presente doloroso.
El pasado me hacía jugar con la inocencia,
y vivir felíz en una inalcanzable fantasía,
el presente me lastima con el recuerdo de tu presencia,
y pronostica un futuro de agonizantes travesías.
Hace poco gritaba y jugaba en el mar,
porque lo veía como el paraíso de la diversión,
ahora al verlo me dan ganas de llorar,
por no vivir ahí pero sí en esta perdición.
Siempre el pasado es más hermoso que el presente,
por eso es que todos lo hemos extrañado,
pero debemos vivir con una realidad en la mente,
de que nuestro presente mañana será pasado.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
PoetaDeDios © Copyright-2002