Un nuevo despertar

Un dulce trinar de pájaros me despertó,
mientras que los grillos con su cri- cri, dejaban la noche y asomaba
un nuevo amanecer.
Una mariposa de bellos colores,
se poso sobre la
planta del viejo jazmín que
adorna mi jardín.
Sonreí, di gracias a Dios, abrí la ventana,
desfilaban guardapolvos blancos,
ya la campana sonaba, era la hora de
entrar a la Escuela, y hacer
flamear nuestra bandera.
Mire el horizonte, un anaranjado
brillante,
de pronto entre las nieblas,
distinguí su cuerpo,
era un hombre con su ropa de trabajo,
montado en su vieja bicicleta,
ese que trabaja y hace que mi ciudad
despierte siga creciendo día a día.
Todo sonríe, todo es calma, si hasta
el sol asomo solapado
entre las blancas nubes, majestuoso,
imponente con sus chispas de colores,
guiña su ojo, hace feliz al que
tiene mal de amores.
Baldosas flojas, veredas angostas,
olor a pan recién horneado,
olor a arroyo, olor a cereal,
me hacen dar cuenta, cuanto
amo mi ciudad….
cuánto me has regalado mi querido
Puerto Gral. San Martín