!Oh, mi huerta!,¡Oh, mis cerezos!,¡Oh, mi amado!, usted en españa y nada me ha dicho que ni siquiera sus letras he leído, sin embargo en mi caminar sentí un amor extraordinario, podría merecer otros epítetos, pero no quiero ser descortés con su olvido, su corazón, y su memoría, en mi alma pudo ver mi conducta y mis pensamientos pintados en mi piel, sembró esta planta y la regó, he aquí mis frutos son suyos, no habrá dejado de decirse !todo esto es mio¡ El campo ha florecido saborearé los recorridos que hacíamos en aquellos amaneceres y atardeceres, juntabamos nuestras manos y disfrutabamos de las exquisiteces melodías de la coral de los pajaros y la danza de los árboles que hasta la soprano linda con su aullar nos hacía bailar. Oh, huerta mía, que fracturado han dejado los rincones de mi ser, haciéndome vivir un amor casi real. La luna se asoma y me alerta que fue una estrella fugaz.. Amor miserable hasta los luceros han desaparecidos de este cáncer maligno, te juro por Dios, que encontraré la cura, no te daré gusto de haber empañado mis sueños, esperaré en la puerta para cobrarte mís cuentas.