Viene a mí la queja un recuerdo pasivo.
La tarde desnuda la hierba no abriga.
Te querían mis ojos, tanto suplicaban.
Tanto te amé antes y después de tu despido.
Ingrata que irrumpe mi vida, tu llegada.
Cuanto yo rogué, porque no marcharas.
Cuanto yo desee porque volvieras.
Viene a mí la queja, mi tiempo es de ella.
Tú quien alardeabas promesas al viento.
No fuiste una estrella, sino todas ellas.
Para mi alma azul, cuál pecho en tu cielo.
Ingrata in fraganti, tu absurda llegada
yo tanto te amaba, recuerdo pasivo.
Alma lisonjera, corazón mezquino.