Qué pequeño es este mundo
y cuán efímero es el tiempo,
la gente llena sus vidas
con pequeñas tonterías
y sólo vive el momento;
pero ignoran sus conciencias
de la Vida el fundamento.
Todo son frivolidades
y absurdas preocupaciones
por las cosas más banales
que absorben sus atenciones,
y desperdician sus vidas
en tristes causas perdidas
o en sus torpes emociones.
El Alma está en el olvido
y se tortura al corazón
que demasiado ha sufrido
sin beneficio o razón.
Se niega a Dios en las calles
y se extravían por los valles
de abyecta degradación.
El Hombre es preludio de ángel,
es criatura espiritual,
su futuro es majestuoso
en el Reino Celestial;
pero el error espantoso,
garrafal y doloroso,
es su actitud inmoral.
Fuimos creados en lo eterno,
lo sublime y superior,
y el hombre ha hecho un infierno
de su mundo y de su honor.
Dando rienda a sus pasiones,
se arrastran los corazones
por la senda del dolor.
Humanidad extraviada,
tú, que habías sido creada
para el Reino venidero,
hoy te encuentras atrapada,
tristemente esclavizada
por los placeres del mundo
y la carroña del dinero.-
Eduardo Ritter Bonilla.
26-08-2009.