El azar, el destino, que importa lo que nos ha unido,
bendito día que nos decidió a estrenar nuestro mundo,
sentíamos que no nos bastaba el mar
Inventarnos sin poner limites ni medidas, sin dejarnos
atrapar por el yermo pasado, sin volver a sentimientos de antaño,
sin dejarnos por el ocaso del ayer, alcanzar
Nos nacieron ganas, dejamos avivar un fuego sagaz,
raspamos viejos nombres de nuestros árboles, latidos
empapados de rocío nuevo, en la que a la memoria derrotar
Plenos momentos, tiempo escanciado a la libertad, desprovisto
de necios recuerdos, reservado a la eternidad, horas salpicadas de risas,
amor, caricias, besos, todo en honor de nuestra descubierta forma
de amar