Matemáticamente sumo el afecto de una mujer,
Multiplicaciones de un ser que amas, los morbosos,
Resta, al hombre sacar el jugo al gozo y placer,
Suma, fuerzas positivas de nuestra alma.
Responsabilidades descubrir y disfrutar de todo lo bueno,
Asumir después serenamente las partes pasativas,
No magnificar las pequeñas cosas que no faltan,
Los que nos une, que nos provocan la tentación.
Ella quiere mucho sexo y yo solamente tengo uno,
Aunque se con algunos retrocesos para atrás solo para tomar impulso.
La pasión erótica de saber que tienes hembra, dale sexo.
Cuando nosotros tenemos problemas besar sus labios pulposos.
Caminar hacia el incesantemente, déjala tranquila no tienes ganas.
Cuando una mirada esta llena de ternura,
Vivir su fantasía la música y su romanticismo.
Cuando descifres el idioma del amor.
Más potente que la energía encontrada,
De la mujer deseada matala de placer,
Lo mismo que el rosal produce rosas,
Ten una almohada para el camino.
El hombre no se siente hombre,
Hasta que una mujer le rompe el corazón.
Si piensa que te engañan,
No te atormente dale amor un ramo de flores.
Y si no te alcanza el dinero solamente un clavel,
Sino del silvestre árbol,
Ella es un ser querido, es todo miel,
Es abeja reyna, aunque no tenga panal,
Solo hay algo esencial.
Nosotros lo hombre sabemos el secreto de la mujer,
Ellas entre más quieran saber.
Nos dominan con inteligencia y placer,
Ellas cruzan las piernas, y nos morimos al nacer.
Copyright © 2010 Ramiro Álvarez Cedeño.
01-10-10