__Amanecí en tus brazos __

Anoche estuve de fiesta
mi corazón rebosante
te abrazo bajo luces tenues
presentándome insinuante.
Fueron mis encajes negros
quizás los que te hipnotizaron
o mis portaligas traviesas
las que te enamoraron.
Mi cuerpo fue suave brisa
que encumbraron tus besos
tus suspiros se anidaron
en complicidad y desvelo.
Te sentí tan delirante
que no pude darte tregua
no opuse resistencia
al frenesí de tu vera.
Ahuyentaste mi tristeza
espantaste mi soledad
conociste mis sábanas
en tu abrazo total.
Mis pechos se irguieron
ante la humedad de tu lengua
mi abdomen temblaba
por el roce de tus piernas.
Dibujaste paisajes
desde mis sienes eternas
fuiste escultor de curvas:
desérticas y hambrientas.
El vaso de mi oído se colmo
de versos nuevos
mi ojos se cerraron,
pero de amor ¡de deseos!.
Atrape cada quejido
que lanzaste por el aire
enredados con los míos:
te hundías penetrante.
Galopé sobre tu cuerpo
cual gacela en celo
huyendo de los prejuicios
recibiendo tu consuelo.
Ignorante de las horas
en las que fuimos siameses
nos dormimos exhaustos
desnudos e inconscientes.
Desperté por la mañana
y al verte a mi lado
supe que no era un sueño
lo que había pasado.
Me abrazaste nuevamente
y volviendo el corazón
me dijiste tiernamente
¡sólo tú eres mi amor!