Cuanto se añora a los seres que amamos
y se van, se despiden de este plano
para a su esencia regresar,
allí con amor nos esperarán,
mientras tanto de los peligros
nos protegerán, serán como los ángeles
que de nuestra esencia cuidarán,
dándonos su energía desde el más allá.
Se añora su presencia material,
pero su alma a nuestro lado constantemente
está, comunicándose con nosotros
a traves del pensar, de pensamientos
que nos trasmiten en nuestro palpitar.
Es triste saber que ya con nosotros
no están, pero en esa dimensión de amor
felices son, ya no existe dolor, ni preocupación,
sólo existe una aureola de amor a su alrededor.
En nuestros pensamientos nos hablarán,
y por medio de la intución,
con nosotros se comunicarán.
Existe un universo de Amor
donde las almas vuelan a su alrededor
empañandose de la energia divina que por siempre
existió en nuestro interior, haciéndose eco
del olvido cuando en la materia existió.