Te busco entre las hojas y en el viento,
a espaldas del mundo,
en medio del silencio,
te busco en un mundo de dos,
y sin tu esclavo, un mundo de uno.
Te busco ofrendando sangre en cada paso,
agotando vida y esperanza,
te busco solo para ver tus ojos,
solo para oir tu voz,
solo para llenarme de ti,
y ser fuerte mañana una vez más
para buscarte de nuevo y ser feliz,
y agotar mi felicidad en encontrarte,
y quererte con lo que me quede de vida,
y vivirte por lo que me quede de tiempo,
y pensarte y vivirte y soñarte,
y tenerte cada segundo,
tenerte aquí dondequiera que estés.
Te busco y sé quien eres,
te busco en un jardín,
en un bosque, en un mar, en un mundo,
en un segundo o en el vacío,
y me siento a esperarte,
y te espero escribiendo este poema,
te espero sin saber de ti nada,
te espero por esperarte,
por necesidad, por capricho, por locura,
con tu recuerdo y mi soledad.