Más temprano o más tarde,
Mi llanto llega.
Diariamente la noche o con el día soleado, las
lagrimas empañan.
Hoy que comprendo, que ya las flores me mienten,
Que las miradas son cómplices de encierros,
Que ya me siento perdido.
Comienzo a temblar,
Abriendo cada puerta en su lugar,
Comencé a descifrar las nubes negras de humo,
Donde solo me demuestra, que mi alma esta
intoxicada.
El reloj en mi pared, miente con el tiempo,
Me ata a los intentos que puedo sonreír, para
darme más dolor,
Más cuentos negros de plumas y espadas,
De rosas marchitas,
De lamentos incoloros,
De sombras empapadas.