Mientras mis ojos, ve evaporarse en el horizonte los últimos fuegos del día, y mi piel refrescándose está con la deliciosa brisa, que en soplos
apacible las olas del mar agita, mi mente errante vaga tras una imagen incierta, de una posible dicha.
Una ilusión o un sueño, el rocé de tus labios sobre mi húmeda boca,
o las caricias de tus manos, tal vez será posible ,sentir algún día.
Dicha incierta, cual engañosa
sombra que oculta al hombre
su camino, o como nube vaporosa
cual viento fugitiva,
dicha incierta, que mi corazón alimenta noche y día, y la esperanza que nunca muere, revive al alma mía.