Encendida en tu cuerpo,
tus alas me envuelven,
me haces tuya,
me elevas hasta el paraíso,
pasamos el desierto,
árido y seco,
una mansión a lo lejos,
y tus pasos en mis recuerdos,
la razón que no para,
de picotear con argumentos,
y mis manos se apagan,
en la oscuridad del desierto,
ojos cansados,
vista solitaria,
hasta cuando buscarís el conzuelo,
o es que acaso no han aprendido la lección,
de llorar sin que nos vean,
de sonreir con tristeza,
de soñar sin que nadie se de cuenta,
encendida en tu cuerpo,
voy gritando al viento,
las palabras que no salen,
del loco razonamiento,
solo cerca tuyo,
encontrarás mis te quiero,
solo cerca tuyo enterrarán mis talentos...
LUNAFRIA