A quien le importa un mísero indiviso, solo importa el diligente
desfachatez, es todo lo que ofrece, al meno en la afrenta hay sinceridad,
acontece en cualquier lugar, al fin será lo que debía ser y es la realidad,
con el tiempo se aprende a valorar, la poca cosa en que uno es parte.
Espectador de todo, creen que son dueño de lo que nadie es parte,
trasto desmesurado creencia absurda carente de valores suntuosos,
acusa síntoma de segregación y omisión, con los personajes borrosos,
dando lugar a controversia sinsentido, la miseria estrafalaria incesantes.
Formando parte en la nada y es característica ineludiblemente ocasionado.
Clásico en seres burdo sosteniendo costumbre y cavilaciones oscuras,
desde el principio estos aparentemente provisores espía desde hendidura.
Siempre estuvieron donde están, ahí sin necesidad de ser elegido,
delirante ocasionales adosándose pomposo sin discernimiento previo,
con sus pareceres paradójico inquisidores enquistado y apenas son tibios.