Anti-poesía.

Sublime obsesión y en el fondo de aquel espejo
las marcas de los años que pasean sin saberlo,
intento algún pasaje que se tiñe de algún dejo
de inquietudes paralelas aún sin proponerlo.
Mensajes espurios de algún sicario improcedente
que marca altitudes en la faz de su condena,
valiéndose del mismo proceder incoherente
que el de aquel de deja la vida por sus penas.
Sitios atiborrados de gentíos inhumanos
bizarras pausas en las muescas indecisas,
y el sabor amargo que te toma de las manos
a sabiendas puras de palabras imprecisas.