Antojos del destino

Antojos del destino

Permítele a tu gloria,
visitar mi colorido cielo,
apuesto en tu memoria,
crecerá un renovado deseo.

Querrás trajinar el camino,
que lleva al terreno prohibido,
admirar el vuelo de las mariposas,
que levantan vuelo, desde tu ombligo.

Desde ahí; donde tus manos,
sentirán ajena y sin paz tu mirada,
obedecerán, unos extraños antojos,
heredados, de una vida pasada.

Buscarás alternar con el pecador,
nacido con un pecado y hoy tiene dos.
Con él, sin palabras, lograrás conversar,
juntos, hasta un rezo se puede hilvanar.

Querrás entender, las extrañas emociones,
que de la nada aparecen; sin explicaciones,
sin entender, que el destino ya está dictado,
será cuestión de tiempo, vivir lo ya soñado.

José Estrada