Para que escuches mi llanto,
Y notes mi llamado,
Es que me paso las noches
Por tu amor, llorando, llorando.
Para que escuches mi voz,
Que aquí te estoy esperando,
Es que la luz de mis días
Sin querer se va apagando.
Para que escuches mis ruegos,
Y quieras estar conmigo,
Es que vuelvo a aquel lugar
Donde estaban tus amigos.
Para que escuches los gritos
De mis labios que te buscan,
Es que mi voz te suplica
Hasta quedarse muda.
Para que escuches este amor,
Que guardo por los dos,
Se agudiza mi voz
Transformándose en dolor.