Esas callejas, madre, De mi viejo pueblo, yo pude andar infinito, inocente volaba papagayos tras una nube y un alcatraz, Sin miedos, sin alas yo volaba, No habían en mi pueblo palabras rompiendo el verde cielo, No lloraban perros el crepúsculo Ni despedidas, Era un pueblo único, Un pueblo para nacer esperanzas, Después en tu vejes madre Llegaron los barcos de guerra y Donde volábamos sueños, Atracaron Con bocas llenas de muerte Y corneas blancas
Y pusieron en tus manos pañuelos
Desaparecieron todos los papagayos
Escondieron los sueños
Debajo de los escombros
entre los reptiles, madre,
entonces dormiste.