La locura de la ambición humana,
hace camines por confines vacíos,
carentes del más hermoso sentimiento,
ausente del más valioso pensamiento.
Quizás no crea en la existencia diáfana,
Ni creo en la muerte de la pureza.
Tampoco me sorprende tu codicia
recrea, tu falta de afán para amar.
La razón por la cual, tanto te enganchas
a la locura de la ambición humana,
es ese vacío de amar que llevas,
sin darte cuenta, te enamoras de ella.
La ambición humana es arrogante
deseo ardiente de conseguir poder,
riqueza, fama, lustre y dignidades
nada innoble deseo de florecer.
La loca ambición humana destruye,
al hacerte creer que la existencia,
se basa en esa lucha, en la violencia
vivir por la riqueza o admiraciones.
Enamorarse de la ambición humana,
es aferrarse cada día a la muerte,
es necesidad de reconocimiento,
de un alma sin paz, sin sentimiento, inerte.
La ambición humana obstinación entrega,
tanto a la vida como a la muerte,
una combinación, un poco de envidia,
de egoísmo, aprehensión a la avaricia.
Es una pócima de hipocresía,
sin amor propio, codicia en abundancia.
La ambición humana, saquea, te aleja,
tanto de la vida, que no tienes nada.
La vida es maravillosa, tan bella,
que la locura de la ambición humana,
se ha enamorado y posesionado de ella,
vaciando la nobleza de tu existencia.