ASOMASTE...

Tardía asomaste tú

en medio de casuales murmullos,

 se te advertía ya en los pasos

que repentinos dibujaban ellos,

en su espontáneo andar,

figuras cristalinas de sueños fortuitos;

trepidaba refrescante la aurora

rasgando entre su bruma

sus propias quimeras;.

ibas arrullando fantasías

en medio de un eco adormecido,

que, distante en su letargo,

rellenaba de palabras quedas

que abrazaban tus querencias

y sucumbían enardecidas

a tus cobas en el desvelo.

Estabas aunque no te veía,

sabía que tarde llegarías

sin yo pensarte otra vez,

no te esperaba aquí,

no te tenía en mente aún;

y aunque el débil sollozo

de la brisa rasgaba mis sueños,

los pétalos del viento

besaban mis desvelos,

y las terneces del tiempo

mordían mis sueños;

tus límites aún distantes dormían,

delineaban tempestuosas,

en quiméricas alegorías

los filos del hartazgo

en el estertor de la entrega

de dos cuerpos que se debaten

entre espasmos y querencias

antes de sucumbir casi dormidos.

Y es que tardía asomaste tú…

 sin estar aún.