Me encuentro postrado en cama,
fiebre intensa, malestar,
debilidad en el cuerpo,
dolor "hasta en las pestañas"
y el tiempo se pasa lento,
obligándome a esperar.
Este día es igual que ayer,
excepto por mi paciencia
que se me agota, se acaba;
me siento hecho una piltrafa,
mis fuerzas ya no dan más.
La enfermedad me doblega,
me consume, me atenaza,
me quema como una brasa
y no me deja reaccionar.
No es el momemto indicado
para inútiles esfuerzos,
debo respetar los tiempos,
debo saber esperar;
guardar prudente reposo,
administrar energías
y, si las noches son frías,
abrigarme y descansar.
Pero yo no estoy vencido,
mucho menos acabado,
esto es sólo temporal;
seré prudente y juicioso,
si debo quedarme quieto
sabré guardar la cordura,
no voy a desesperar.
Días vendrán en que mis fuerzas
recupere, y la salud.
Días de sol y cielos nuevos
en los que abriré mis sueños
y los haré realidad.
Lo de hoy es sólo un tropiezo
temporal y transitorio,
que no tiene mayor peso
y es llamado "enfermedad".-
Eduardo Ritter Bonilla.
Sábado 06 de Febrero del 2010