Perdon para el que sufre,
perdon para el que llora,
consuelo da a tus hijos,
mi alma es la que implora.
Hay tanto desamparo.
Senor en este abismo,
tu mano no les niegue,
la savia bienechora.
Perdon por quien camina,
cual ciego en desvario,
tropieza y dando tumbos,
su desventura llora.
Perdon porque no sabe,
que tras de los espinos,
las cruces que florecen,
le mostraran la aurora!
Y habra desde los cielos,
dorada escalinata.
que hasta sus pies cansados,
haras tu descender.
No sabe que ha de verte.
Senor de las alturas!
cuando regrese al seno
de tus brazos Jesus!